jueves, 4 de junio de 2015

Gloria o Muerte.

Comencé, sin lugar a dudas, como Dios manda.

Pero me quedé con las ganas de versionear un clásico. Y, entre los dos mejores comienzos de la literatura, por más que Historia de Dos Ciudades tenga una guillotina –un dulce para un Jacobino como yo—preferí a García-Márquez. Coño, si se trataba de “fusilar” aquí había un paredón. Y ya en faena, en el éxtasis de apretar el gatillo, fusilé hasta a Goya.

Pos eso, principio alternativo:





1 comentario:

  1. Cuando me haces un dibujo no me sacas tan faforecio como el tuyo ¡ Condenao !

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